La tendencia al alza que actualmente está experimentando el tipo de cambio es normal y responde a los movimientos estacionales propios de esta época del año. Es precisamente en el mes de septiembre de cada año cuando la demanda de dólares comienza a aumentar como consecuencia de los movimientos comerciales asociados a las llamadas “importaciones pre-navideñas”. Es importante hacer notar que en septiembre el alza registrada en el tipo de cambio fue de 1.56%; lo que implica que dicho aumento puede considerarse como muy moderado (según puede apreciarse en la gráfica adjunta) y no debe tener ninguna repercusión negativa sobre la estabilidad macroeconómica ni sobre el ingreso real de los guatemaltecos.
Conviene tener presente que en Guatemala el régimen cambiario es de tipo de cambio flexible; es decir, que éste es un precio de mercado que responde a las fuerzas fundamentales de oferta y demanda y, por lo tanto, es lógico esperar que experimente variaciones a través del tiempo, aspecto que se observa no sólo en el tipo de cambio, sino también en el precio de otros bienes y servicios.
En todo caso, cabe recordar que en cumplimiento con la Política Monetaria, Cambiaria y Crediticia aprobada por la Junta Monetaria mediante resolución JM-303-2002, “el Banco de Guatemala respetará la trayectoria de mercado del tipo de cambio y se limitará a participar en el mercado cambiario a fin de reducir la volatilidad, especialmente en presencia de factores especulativos o choques externos, para lo cual actuará en un esquema de flexibilidad, debiendo tomar en cuenta para su participación los factores estacionales y la tendencia del tipo de cambio”. Para el efecto, el Banco de Guatemala cuenta con un nivel de reservas monetarias internacionales suficiente que le permitiría participar en el mercado a efecto de estabilizar el tipo de cambio ante cualquier movimiento abrupto o no atribuible a factores reales.
Cabe indicar que el comportamiento del tipo de cambio durante el año ha sido estable, no obstante que se trata de un año electoral, lo cual ha sido posible por el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, sustentada en la aplicación de políticas monetaria y fiscal disciplinadas. En efecto, en el periodo enero-septiembre de 2003 la depreciación acumulada del tipo de cambio fue de apenas 3.2%. Este comportamiento contrasta con el observado en el año electoral 1999, en el que, para el mismo periodo, la depreciación acumulada del tipo de cambio alcanzó un 12.8%.
Finalmente, vale la pena señalar que la política económica continúa implementándose de forma armónica con los lineamientos fijados en el programa económico respaldado por el Fondo Monetario Internacional, cuyas metas previstas para el 30 de septiembre en materia de Reservas Internacionales, Activos Internos Netos, y Depósitos del Gobierno en el Banco de Guatemala, entre otras, se han cumplido satisfactoriamente.
Guatemala, 02 de octubre de 2003